miércoles, 29 de abril de 2015

Yoga illuminati (2)

“Hay religiones, órdenes... que nos someten a dios.

Hay gurús, maestros... que nos someten a la divinidad.

Pero todos los iniciados de alto grado debemos ser dios,

y no sólo tenemos ese deber,

sino que debemos sentarnos en su trono,

para sustituirlo y matarlo.

Matando a la divinidad, al amo,

somos liberados y capacitados para construir

nuestra realidad y un mundo mejor”.

El origen de los diversos yogas permanece desconocido, aunque se cree que hay que remontarse al tercer milenio antes de nuestra era para encontrar el citado origen.

Existen numerosos tipos de yoga, los cuales se han estructurado y adquirido forma con el paso de los siglos y milenios. Existe el Karma-Yoga, que es el yoga de la acción desinteresada. En él, la acción es la vía hacia el dios interior, la evolución y el desarrollo de la sabiduría. Otro yoga histórico es el Bhakhi-Yoga, que es el yoga devocional, es decir el yoga que se basa en el sentimiento intenso hacia la divinidad. Otros yogas con muchos siglos de historia son el Gnama-Yoga (gnama significa conocimiento, discernimiento…); el Radja-Yoga, el yoga de la mente; el Mantra-Yoga, el yoga que consiste en recitar palabras o fonemas que aquietan la mente, conducen al dios interior y sirven para evocar-invocar-convocar; el Tantra-Yoga o yoga sexual; o el Kundalini-Yoga, que hace alusión a la Kundalini, de la cual hablaré con mayor profundidad más adelante, cuando aborde el Tantra-Yoga o tantrismo.

El yoga se ha difundido en Occidente desde el siglo XIX como una especie de gimnasia para sentirse mejor o, por el contrario, como una iniciación escasamente profunda y transformadora, cuando en realidad su función es transmitir una iniciación que permite al iniciado su transformación. En los Ritos de la Orden Illuminati (Rito Operativo de los Iluminados de Baviera) y de la Societas OTO (Rito Operativo de Memphis-Misraïm), el yoga es una vía iniciática tradicional que sirve para que el iniciado descubra su dios interior, se una al Uno, se transforme en él... y para que adquiera una estructura de trabajo útil para progresar en la cábala y el tantrismo hasta alcanzar la iniciación completa. El yoga tampoco puede tomarse como una religión o un conjunto de dogmas, sino como un método que conduce a los objetivos comentados.

Al hilo de lo dicho, es interesante añadir que la palabra yoga se deriva de la raíz sánscrita “yuj”, que significa “enganchar por medio del yugo”, “juntar”, “unir”… Volvemos a encontrar similares significados en el latín “jungere” y en el francés “jong” (yugo), “joindre” (juntar)…
EL YOGA EN LOS RITOS

DE LA ORDEN ILLUMINATI Y LA SOCIETAS OTO
Aunque fue Patanjali el que expuso un sistema de pasos yóguicos y dichos pasos forman parte del Radja-Yoga o yoga mental, esos pasos yóguicos son tenidos como válidos por la práctica totalidad de yogas. Los ocho pasos yóguicos de Patanjali son: yama, niyama, asana, pranayama, pratyahara, dharana, dyana y samadhi. Esos son los pasos con los que se trabaja en los Ritos de la Orden Illuminati y la Societas OTO, con el añadido del paso yóguico de mantrayoga después de pranayama y antes de pratyahara, por la capacidad que posee el mantra para aquietar la mente, conducir al dios interior y evocar-invocar-convocar. Otra cuestión a tener en cuenta es que los Ritos de la Orden Illuminati y la Societas OTO dan el valor de yama y niyama, “cualidades morales” y “buenas obras”, a Los Mandamientos de los Illuminati, al Liber Zión y finalmente a la Filosofía Rojista, por lo cual esos pasos no están presentes en su modalidad de yoga. Los Mandamientos de los Illuminati, el Liber Zión, y la Filosofía Rojista en los grados, cumplen el apartado de yama y niyama a la perfección. Tenemos, pues, un yoga de siete pasos en la Orden Illuminati y la Societas OTO, casi idéntico al de Patanjali, que paso a describir.

El yoga de la Orden Illuminati y la Societas OTO se estudia y trabaja esencialmente en los dos primeros grados de ambas órdenes y no sólo sirve para que el iniciado descubra su dios interior o la unión al Uno y la transformación en él, sino que resulta útil para que éste adquiera una estructura de trabajo sólida, de cara a progresar en la cábala y el tantrismo hasta alcanzar la iniciación completa.

La asana es el primer paso del yoga de la Orden Illuminati y la Societas OTO. Pantanjali dice: “Asana es lo que resulta firme y placentero”. Así, cualquier postura cómoda sirve como asana, según el criterio del místico hindú. Existen múltiples casos de personas que han abandonado la práctica de yoga por las posiciones extremadamente complicadas de conseguir que imponen los maestros hindúes a sus discípulos. Mis tres posturas preferidas son El Dios, El Dragón y El Iniciado, descritas en el primer grado de la Orden Illuminati o la Societas OTO así:

“1. EL DIOS: Sentado en una silla. Cabeza hacia delante, espalda recta, rodillas siempre juntas, manos sobre rodillas y ojos cerrados.

2. EL DRAGÓN: Arrodillado. Nalga descansando sobre los talones. Dedos de los pies hacia afuera. Cabeza y espalda rectas. Manos sobre caderas.

3. EL INICIADO: Tumbado en una superficie plana. Brazos y piernas estirados”.

Paranayama es el segundo paso del yoga. Consiste en una respiración regulada y muy pausada, donde el aire entra por la nariz, se conduce al estómago y se expulsa lentamente por la boca. Si asana aquieta el cuerpo, pranayama hace lo propio con el cuerpo y la mente.

Para los griegos, la palabra significaba el discurso, la razón, la inteligencia y el sentido profundo del ser, el pensamiento divino. Para los estoicos, la palabra era la razón aplicada en el orden del mundo. En hebreo, sánscrito, fenicio, árabe, cada sílaba o letra de una palabra significa un objeto o una idea y sus oraciones son denominadas mantras o yantras. La palabra sagrada ha sido igualmente de gran trascendencia en la tradición yóguica. Así, el término mantrayoga indica el tercer paso yóguico y la palabra sagrada en el yoga. Mantrayoga proviene de “man” (pensar) y de la sílaba “tra”, de “trana”, que significa liberación del Samsára o del estado de no-iluminación en el cual vivimos.

El paso yóguico mantrayoga sirve para recitar el mantra o palabra sagrada, acabar de aquietar el cuerpo y la mente y conducir al iniciado hacia el dios interior, así como para también evocar-invocar-convocar al dios de la Luz, Baphomet.

Pratyahara es el cuarto paso del yoga. En pratyahara, el iniciado ya debe centrar la mente en un tema de meditación y dirigir toda la atención mental en esa dirección, eliminando pensamientos molestos. Pratyahara elimina esos pensamientos y, por ello, permite meditar con el dios interior sobre los temas escogidos y encontrar infinidad de respuestas.

En este paso yóguico surge la Voluntad Superior, que está por encima de la Voluntad Racional. Cuando el iniciado contacta con el dios interior, medita, encuentra respuestas y también las pone en marcha, desarrolla la Voluntad Superior.

Dharana es el quinto paso yóguico. En éste, se centra la atención y los poderes de la mente en una sola dirección, para preparar al iniciado de cara a los últimos pasos del yoga. Una posibilidad es utilizar colores como soporte. Recordemos que los fundadores de la Golden Dawn concedían enorme importancia a los estados alterados de consciencia y que, para provocarlos, trabajaban con los 25 tatwas o símbolos coloreados de la tradición tántrica hindú. Los 5 tatwas principales son Tejas (el fuego), un triángulo rojo; Prithivi (la tierra), un cuadrado amarillo; Apas (el agua), una media Luna plateada en posición horizontal; Vayu (el aire), un círculo verdeazulado; y Akasa (la Luz Astral), un óvalo violeta oscuro.

Dhyana es el sexto paso del yoga. Dhyana es un estado elevado del ser, provocado por el trabajo en el dharana. Es la superación de las imágenes del dharana que permite entrar en una fase de sosiego, paz, calma y trascendencia sobre las imágenes. El iniciado que trabaja con dhyana nota que trasciende sobre las imágenes y el resto de la realidad física. Sobre dhyana, puede añadirse que conduce a la superación de las dos polaridades: masculino y femenino, alto y bajo, destrucción y construcción, vida y muerte… y que, por ello, ayuda a trascender hacia la esencia de la divinidad, que es la esencia de uno mismo.

Samadhi es el séptimo paso del yoga. Samadhi es un plano superior a dhyana, ya que está por encima de la propia superación de opuestos o polaridades. Es simplemente unión al Uno, al Principio Primordial, a la Mente Universal o Cósmica, a Baphomet, al igual que transformación en ese Uno por parte del iniciado..., lo cual conduce al bienestar, la paz absoluta y el éxtasis iniciático.

Lo descrito supone una explicación suficiente sobre el yoga en los Ritos de la Orden Illuminati y la Societas. Supone además la base necesaria para evolucionar hacia el tantrismo y la cábala, con las que la iniciación se culmina.
EL TANTRA
El tantrismo es una vía iniciática tradicional que surgió en el siglo IV de nuestra era, aunque sus postulados y conceptos son antiquísimos y se encuentran en las culturas del matriarcado y en la civilización del Indo.

El tantrismo, poco a poco, se dividió en el “camino blanco o de la mano derecha” (unión sexual imaginaria) de la Escuela Tántrico-Védica y en el “camino rojo o de la mano izquierda” (unión sexual práctica) de la Escuela Tántrica-Hinduísta.

El tantrismo se incorporó en el hinduismo, el budismo, el jainismo… e igualmente afectó a diversos yogas. El Mantra-Yoga, el Nada-Yoga, el Hatha-Yoga, por ejemplo, son algunos de los diversos yogas con influencia tántrica.

Tantrismo es un término derivado del sánscrito “tantra”, que significa “lo tejido”, “sistema”…

El tantrismo pone énfasis en la energía cósmica, denominada Shakti y adorada como la Gran Diosa. Los seguidores del camino rojo o sendero de la mano izquierda (Vamacharias), así llamados los expertos en magia sexual que utilizan a la mujer, porque ésta es lunar o de la izquierda, son los iluminados por el sexo. La unión de un hombre y una mujer no es considerada impura por los tántricos hindúes, sino al contrario: el celebrante ve en la mujer el Principio femenino, la Gran Diosa, mientras que la celebrante observa en su compañero al Principio masculino, el Gran Dios.

Un dato curioso es que los templarios medievales practicaron el culto a la Gran Diosa, personalizándolo en la Virgen, porque el tantrismo de los templarios medievales, en sus iniciaciones y enseñanzas esotéricas, trabajaba con la Gran Diosa. Ello está unido a la tradición del Grial, del cáliz sagrado, que no es otra cosa que la representación simbólica de dicha Gran Diosa, de la Cueva Cósmica, donde trabaja el iniciado en el arte tántrico.

Otra opción es jugar con los roles o principalmente observar a la mujer como la “prostituta sagrada”. Todas estas prácticas tántricas despiertan la Kundalini, la serpiente de fuego enroscada en la base de la columna vertebral, y los chakras, de los que hablaré pronto, intentando iluminar, unir al Uno en pleno éxtasis, transformar al iniciado en él.

Las operaciones del tantrismo están envueltas en “La Fiesta de los Cinco Elementos” (Panchatattva), que se sitúan en un plano místico. Los cinco elementos son: Fuego, Aire, Agua, Tierra y Éter, que se simbolizan en el vino, la carne, el pescado y los cereales, siendo el quinto elemento la unión de la pareja, de Shiva y Shakti (unión llamada Maithuna).

Todos los cuerpos tienen energías que hacen de ellos un cuerpo en movimiento. Nosotros nos “alimentamos” de energía cósmica, que vivifica, potenciando nuestros centros energéticos, los mencionados chakras. Las técnicas yóguicas nos llevan a descubrir y utilizar dichos centros energéticos que tenemos en el cuerpo. Chakra quiere decir “rueda” en sánscrito. Siete son los centros energéticos o chakras admitidos generalmente, encontrándose en la columna vertebral, desde su base a la coronilla. La famosa Kundalini o serpiente de fuego enroscada en la base de la columna vertebral asciende por los chakras, alimentándose en cierta forma de ellos y provocando la iluminación del yogui, la trascendencia, la transformación...

Los chakras son:

SÁNSCRITO ESPAÑOL SITUACIÓN

MULHADARA DE LA RAÍZ BASE DEL ESPINAZO

SVADISHTANA DEL BAZO ÓRGANOS DE GENERACIÓN

MANIPURA DEL OMBLIGO OMBLIGO

ANAHATA DEL CORAZÓN CORAZÓN

VISUDDHA LARÍNGEO GARGANTA

AJNA FRONTAL ENTRECEJO

SAHASVARA CORONARIO CORONILLA
EL TANTRISMO EN LOS RITOS

DE LA ORDEN ILLUMINATI Y LA SOTO
En las antípodas de la sexualidad mecánica y robotizada de los “hombres dormidos” se halla la sexualidad consciente. En el lado opuesto de la sexualidad profana aparece la sexualidad iniciática. Donde el hombre dormido pierde la consciencia, el tantrismo la despierta y la ayuda a trascender. Lo que para un profano es compulsivo, resulta iniciático para el miembro de la Orden Illuminati y la Societas OTO que abraza las enseñanzas del tantrismo.

Así, en los Ritos de la Orden Illuminati y la Societas OTO, que se nutren del Sistema iniciático denominado Rojismo, partiendo de la estructura proporcionada por el yoga, el iniciado se adentra en el tantrismo, utilizando el paso yóguico de dharana. La primera práctica tántrica que realiza es la automasturbación “mágica”, la cual le ayuda a conocerse mejor, pasando después al tantrismo en pareja, que le ayuda aún más en su evolución iniciática. Después, el iniciado de los altos grados de la Orden Illuminati y la Societas OTO evoluciona hacia la utilización del Sacramento (el semen). Con ese tantrismo presente en los altos grados, el iniciado rinde culto al Sacramento. Entre otras prácticas, crea un homúnculo para imitar la naturaleza de los dioses y realiza operaciones para transformarse en el andrógino divino, en el andrógino alquímico, en el propio dios, en un ser capaz de transformar su realidad y la realidad que lo envuelve.

El Sacramento está asociado al fuego primordial, es decir, al dios de la Luz, Baphomet. El semen, de hecho, es el Supremo Misterio del tantrismo y de la Orden Illuminati y la SOTO.

El Brihad-Aranyaka-Upanishad, quizás el más antiguo texto metafísico hindú no dualista del Vedanta, nos dice sobre el semen: “La esencia del hombre es el semen. (…) El que copula sin saberlo pierde su semen y su mérito ante la mujer. Si derrama una pequeña cantidad de semen debe recuperarlo, y con él la fuerza y el brillo. Debe recogerlo con índice y pulgar, frotárselo en el pecho y recitar…”.

El iniciado inglés Aleister Crowley decía que “los sabios de la India creen en la existencia de una Prana particular o fuerza que reside en el Bindu, o semen”.

Los judíos también le dieron importancia al semen y Aleister Crowley, hablando del grado IXº de la OTO, decía al respecto que “entre los judíos hay ciertos Iniciados instruidos en su Qabalah que mantienen, como nosotros, el punto de vista de que en Zraa o semen en sí yace una fuerza creadora inherente que no se puede desperdiciar”.

Y es Crowley quien apunta además que “el propio OHO de la OTO afirma que, esta medicina perfecta, con una sola gota de su rocío basta, y puede que sea verdad. Pero en nuestra más humilde opinión creemos que cada gota que se genera (si es posible), se debe consumir. Principalmente para que el más valioso de los regalos de la naturaleza no se pueda profanar”.

El tantrismo de los altos grados de la Orden Illuminati y la Societas OTO, en resumen, conduce al iniciado a rendir culto al Sacramento.

El tantrismo de los altos grados, junto a la cábala, es la vía tradicional de iniciación más poderosa, porque el iniciado imita la naturaleza de los dioses y realiza operaciones para transformarse en el propio dios, en el HOMO EST DEUS, estando preparado para transformar su realidad y la realidad que lo envuelve, y para recibir y utilizar la Filosofía Rojista.
LA CÁBALA
La cábala es una vía iniciática tradicional que, según los cabalistas, tiene su origen en el inicio de los tiempos. El Gran Rabino A. Safran comenta al respecto: “La cábala sobrepasa en antigüedad a la revelación sinaítica. Se remonta a los tiempos prehistóricos. Moisés no hace más que introducirla en la historia de Israel… La designación corriente de la cábala es chalchelet-ha-cábala, cadena de la tradición”.

La cábala, así pues, es la cadena de la tradición del judaísmo y una vía iniciática tradicional.

La cábala se dio a conocer al mundo no judío desde el seno del judaísmo en el medioevo y en Sepharad (España). Y las figuras de esa cábala sefardí y medieval fueron Moisés ben Najman (Nahmanides, Rambán, Bonastruc de Porta…), cabalista destacado de Gerona que ejerció de gran rabino, místico, filósofo, talmudista y escritor; Yossef Caro (1488-1575), gran experto en cábala que, tras ser expulsado de Sepharad, dirigió la escuela de cábala de Safed; Moisés Cordovero (1522-1570), discípulo de Caro apodado el Remak; Chelemó Alkabets, cuñado de Caro; e Isaac ben Salomón de Luria o “Haarí, el león sagrado” (1534-1572), cabalista que dirigió la comunidad de Safed en Galilea.

Por demás, cabe añadir que los principales libros de la cábala sefardí fueron el Zohar o Libro del Esplendor y el Sepher Yedzirath o Libro de la Creación.

En esa época, aparecieron también los primeros cabalistas cristianos: Ramón Llull (1236-1315); Dante Alighieri (1265-1321), autor de la Divina Comedia; y Giovanni Pico della Mirandola (1463-1494), autor de Conclusiones Philosophicae, Cabalisticae et Theologicae.

La estela de la cábala sefardí y medieval fue seguida por los rosacruces y los masones. Los rosacruces tuvieron su origen en un personaje mítico, Christian Rosenkreutz, y en una serie de obras de principios del siglo XVII: Fama Fraternitatis, Confessio Fraternitatis y Boda alquímica de Christian Rosenkreutz. Estas obras y el citado personaje provocaron la aparición de las primeras órdenes rosacruces, la Rosacruz del Oro y la Rosacruz del Antiguo Sistema. Y dichos rosacruces rindieron culto respetuoso a la cábala, aunque en su vertiente cristiana.

Por otra parte, la masonería moderna nació cuando la masonería operativa se convirtió en especulativa, es decir, cuando en 1717 cuatro logias londinenses (El manzano, La jarra y el racimo de uvas, La oca y la parrilla y La corona) crearon la Gran Logia de Londres. La fundación de la masonería moderna se completó al ver la luz, en 1723, las Constituciones de Anderson, con unos clericales e incoherentes Landmarks (normas) de obligado cumplimiento.

Pues bien, la nueva masonería, que curiosamente había sido fundada por pastores protestantes jamás iniciados como masones de forma regular, al igual que los rosacruces, rindió culto respetuoso a la cábala, tanto en su vertiente judía como en su vertiente cristiana.

Sobre este período, resta añadir que la cábala hebrea sufrió un importante impulso gracias al rabino Israel Baal Shem Tov “el maestro del buen nombre” (1700-1760), creador e impulsor del jasidismo. En cierta forma, al mismo tiempo que las logias masónicas se extendían por Europa, el jasidismo hacia lo propio en Galitzia, Ucrania, Polonia y la Rusia Blanca. Los jasidim trabajaron el tipo cabalístico de kavanot (meditación sobre el dominio de los sephiroth), para buscar una mayor pertenencia a dios.

El jasidismo tuvo grandes rabinas y líderes femeninas como Adel u Odel, la hija de Israel Baal Shem Tov, o Jana Rajel.

A finales del siglo XIX, la cábala volvió a tener un peso específico en una nueva orden rosacruz: la Golden Dawn. Así, la Golden Dawn fue fundada en el seno de la Gran Logia Unida de Inglaterra con la finalidad de impartir enseñanzas rosacruces ligadas a la cábala, la magia, la alquimia...

En la actualidad, la gran mayoría de Ritos, órdenes y Sistemas de la Tradición Occidental tienen presente que la cábala es imprescindible en la iniciación. El problema es que se trata en el caso de la mayoría de los citados de una iniciación anclada en el idealismo.
LA CÁBALA EN LOS RITOS

DE LA ORDEN ILLUMINATI Y LA SOTO
La cábala le ofrece al hombre un sendero de conocimiento, la unión a dios y la trasformación en dios, en el HOMO EST DEUS. Cuando el iniciado profundiza en dicha vía de iniciación, mediante ella se transforma en el andrógino divino y alquímico, en un dios, completando entonces la iniciación, de igual forma que en el tantrismo. Es entonces cuando está preparado para transformar su realidad y la realidad que lo envuelve y recibir y utilizar la Filosofía Rojista.

Los sephiroth o emanaciones divinas del Árbol de la Vida sirven para que el iniciado, en principio, descubra a dios y progrese hasta unirse con él. Después, en la sephirah Kether (Corona), con el apoyo de la sephirah Daath (Conocimiento), el iniciado profundiza en el trabajo, se transforma en el propio dios y completa la iniciación.

Al hilo de lo relatado, conviene tener presente que la cábala que se trabaja en los Ritos de la Orden Illuminati y la Societas OTO está fundamentada o, mejor dicho, tiene como base la estructura de trabajo del yoga y que el iniciado en cábala se adentra en el trabajo cabalístico utilizando el paso yóguico de dharana, al igual que ocurre con el tantrismo, Así pues, con la base del yoga y los primeros pasos yóguicos, el iniciado alcanza dharana, en el cual la cábala, y también el tantrismo, se desarrollan y permiten culminar la iniciación. Recordemos una vez más que el iniciado es aquel que se transforma en el andrógino alquímico, en el andrógino divino, en un dios capaz de transformar su realidad, y también la realidad que lo envuelve, mediante la filosofía de la acción que es la Filosofía Rojista.

Es interesante añadir en este punto que el Árbol de la Vida, sus once sephiroth y sus cuatro planos son útiles para ordenar la jerarquía de grados de un Rito, algo que ocurre en los Ritos de la Orden Illuminati y la Societas OTO. El Árbol de la Vida, sus sephiroth y sus planos son un orden cósmico que no puede perderse de vista jamás.

A grandes rasgos, éste es un resumen válido para conocer la cábala, una vía iniciática tradicional con la cual la iniciación se culmina, una culminación que supone la superación del idealismo.
DOCUMENTO INTERNO DE LA ORDEN ILLUMINATI

GRADO SACERDOTE ILUMINADO Xº:

LA INICIACIÓN COMPLETADA POR LA CÁBALA
Para hacer más comprensible todo lo expuesto en el capítulo, presento un documento interno y excepcional del grado Xº, Sacerdote Iluminado, de la Orden Illuminati. Es la práctica de cábala que sirve para completar la iniciación con dicho grado, con lo cual el iniciado alcanza la condición de dios y puede transformar su realidad y la realidad que lo envuelve, con la Filosofía Rojista. Las prácticas más difíciles de comprender han sido eliminadas del texto, al igual que la ascensión por el Árbol.
SACERDOTE ILUMINADO Xº Y CÁBALA

“La práctica de cábala del Sacerdote Iluminado, que sustituye a la del grado anterior, consiste en 2’ de asana, 2’ de pranayama, 2’ de mantrayoga (Baphomet) y 2’ de pratyahara (meditación sobre Baphomet).

Acabado ello, el Sacerdote Iluminado de la Orden Illuminati visualiza estancias de forma progresiva (nos saltamos todas hasta alcanzar la que nos interesa):

KETHER (CORONA). Visualiza a Baphomet (Iblis-Samael-Lucifer), con las letras H.A. (Hiram Abiff) y Z (Zión) en el pecho, sentado en un trono de cristal rojo. Hay una potente luz roja que todo lo abarca (Obra al Rojo). Observa la condición de hermafrodita de Baphomet, con los atributos masculinos y femeninos muy marcados. Le asombran sus pechos enormes y su poderoso y enorme falo. Es ahora cuando descubre lo que los cabalistas llaman el Gran Rostro (Arikh Anpin). Entonces, puede conversar con Baphomet e interrogarle, con mayor cercanía que en los sephiroth Hod y Netzach y en el Rito de Baphomet.

Luego, se sienta en el trono de cristal rojo de Baphomet, el cual tiene el número 156 y lo suplanta. Se convierte en Baphomet y siente un poder extraordinario. Es el andrógino alquímico, el andrógino divino, un ser o dios capaz de cambiar su realidad y la realidad que lo envuelve. Para ello, visualiza aquello que desea destruir y aquello que desea construir, sintiendo un gran deseo y una gran seguridad de que lo conseguirá. En esas visualizaciones, se siente el dios de la Luz, destruyendo y construyendo a su antojo. Está en la Obra al Rojo.

Acabado ello, pasará a Ain Soph (dhyana) y a Ain Soph Aur (samadhi), que resulta la unión al Uno, sintiendo que sólo usted es el Uno, es decir, dios.

Recuerde la necesidad de encaminar todas sus acciones hacia la igualdad y la libertad, como aprenderá con la Filosofía Rojista.

En la ascensión, faltan los sephiroth Geburah (Rigor), donde se observa un rey muy ceñudo sobre un carruaje y un color rojizo en la estancia, y Chesed (Compasión), donde se observa un rey risueño y un color azulado muy bello en toda la estancia. Eso es todo”.

Culminada la iniciación en el HOMO EST DEUS con la cábala o el tantrismo, asumiendo la ausencia de dioses salvo uno mismo, para el iniciado del Rojismo y sus órdenes, la Orden Illuminati y la Societas OTO, llega el momento de abrazar la Filosofía Rojista, filosofía de la acción que supone el paso definitivo del idealismo al materialismo, la razón atea, el rigor, la ciencia..., es decir, la superación de la fase idealista del Sistema y el triunfo del a fase materialista del mismo.

Será finalmente la psicología de los últimos grados la “herramienta” definitiva para comprender la evolución gradual del Rojismo, a la vez que significará la muerte definitiva de todo idealismo esotérico, iniciático, histórico en el seno del Rojismo. En otras palabras, la fase idealista del Sistema dará paso a la fase materialista, etc. del mismo, con todas sus consecuencias.

En esta reflexión, conviene recordar que, según la psicología, presente en los últimos grados del Rojismo y sus órdenes, las prácticas cabalísticas o tántricas se ocupan del inconsciente, la parte de la mente que alberga los recuerdos desconocidos a nivel consciente y preconsciente y las fuerzas, impulsos y deseos más ocultos, los de eros (instintos sexuales y de autoconservación) y tanatos (instintos de muerte y destrucción), que permanecen reprimidos por el consciente. Con las prácticas, todo ello aflora y podemos reconducirlo en una dirección apropiada, por medio de la Filosofía Rojista, la cual paso a dar a conocer.

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